El rock en Argentina comenzó a interpretarse en la segunda mitad de los años 60. En esta época comenzó a formarse un género musical que fue denominado "rock nacional" cuando varios grupos underground empezaron a componer canciones en español sobre los temas que preocupaban a los jóvenes de ese momento. Se trataba de una época en la que los militares bloqueaban sistemáticamente cualquier intento democrático. Durante las primeras decádas los grupos locales se dedicaban a cantar en español y en inglés canciones de rock and roll, propias o covers de éxitos internacionales, pero sin adquirir una identidad musical propia. Desde mediados de los 60 el rock argentino tuvo una evolución constante a través de los años 70 y los años 80, cuando se transformó en un género internacional.
El rock nacional en Argentina es cantado habitualmente en castellano y fue uno de los primeros en ser cantado masivamente en en un idioma que no fuese el inglés y en alcanzar una extendida popularidad interna y luego internacional, sólo después del mexicano, convirtiéndose así en uno de los más importantes de habla hispana y el de mayor éxito comercial en el extranjero.
1964-1975: El nacimiento del rock nacional [editar]
Invasiones británicas y uruguayas [editar]
Mediados y fines de los años ‘60 [editar]
Rock acústico y heavy [editar]
Fin de Sui Generis [editar]
1975-1984: El período medio [editar]
Rock progresivo [editar]
Fines de los años ‘70 [editar]
Serú Girán [editar]
Guerra y vientos de cambio [editar]
1984-1990: Nuevo rock nacional [editar]
Final de la dictadura [editar]
Invasiones argentinas [editar]
Fines de los ‘80 [editar]
1990-1998: El período contemporáneo [editar]
Magos, espadas y rosas [editar]
Canción animal [editar]
Rock rolinga [editar]
Antecedentes y nacimiento [editar]
Apogeo y definición [editar]
Repercusión y críticas [editar]
Actualidad [editar]
El surgimiento del metal de los años ‘90 [editar]
Solistas, rock tropical y punk [editar]
El cisma de mediados de los ‘90 [editar]
1998-2004: Rock argentino actual [editar]
Años recientes: Cromañón y festivales masivos [editar]
Tendencias actuales [editar]
- La Renga, con su rock duro, es uno de los dominantes de la escena nacional. A pesar de la independencia discográfica y económica, y de la poca trata con la prensa de la banda, consigue cada vez más ventas, más público y más éxito tanto en Argentina como en el resto de Sudamérica y en España.
- El rock suburbano y rolinga ya no cuenta con el éxito rotundo de los años '90, y algunos medios hablan de una decadencia en él, aunque continúa con un cierto éxito comercial. Se podría hablar de una segunda ola de bandas barriales, como Los Guasones, Callejeros, El Bordo, Mancha de Rolando, Los Tipitos y de bandas rolingas, como La 25, y en cierta medida Pier.
- La escena punk en Argentina tiene bandas mainstream como Attaque 77, Dos Minutos y en cierta medida El Otro Yo. Tiene además una enorme escena indie y alternativa. Algunas bandas han logrado trascender ese nivel y reciben cierta atención por parte de las FM, como Bulldog, Cadena Perpetua, Expulsados, Villanos, Infierno 18. Hay bandas que se han consolidado por su constante tránsito en el underground, es el caso de Shaila y Eterna Inocencia.
- La única banda de heavy en el mainstream es Rata Blanca y en parte, Almafuerte; pero en cambio existen una gran escena alternativa de bandas de doom y nü-metal. Algunos grupos como Carajo, Cabezones (de influencias dark) y Lörihen y Jason asomaron en los últimos años. A.N.I.M.A.L. se separó en el año 2005 y su cantante está actualmente en D-mente; Los Natas están a la cabeza de la vanguardia del metal y Tren loco, O'Connor del revival del metal clásico. Véase también: Heavy Metal argentino-
- Influenciados por bandas como Rush, Dream Theater y Metallica, la escena del metal progresivo está creciendo en Argentina desde comienzos del 2005. Cada vez son más las bandas de rock progresivo y metal progresivo que afloran en la escena under nacional, como Eroica.
- Por el lado del rock tropical o fusión, Bersuit Vergarabat sigue estando a la cabeza, aunque tuvo un año 2006 y 2007 muy ocupado con shows por toda latinoamérica y Europa. El reggae pasó a estar de moda en 2005-2006, con bandas como Los Cafres, Nonpalidece y decenas de bandas under. Otras bandas del movimiento son Karamelo Santo, Dancing Mood, La Mosca y Kapanga. También Vicentico, el ex cantante de Los Fabulosos Cadillacs, logró una exitosa carrera solista mezclando un poco del sonido de los Cadillacs con ritmos latinos. El ex Todos Tus Muertos Fidel Nadal también tiene una carrera en ascenso.
- Por el lado alternativo, El Otro Yo, es el grupo insignia del movimiento junto a la innovadora Catupecu Machu, que hasta fue calificada en una ocasión como "la última gran banda de rock local".[104] Árbol también cuenta con cierto éxito, a pesar que, a causa de la salida de Eduardo Schmidt, se criticó a la banda por "carencia de ideas". Babasónicos es sin duda la más famosa y mainstream, dejando de lado el sónido sónico de sus primeros discos para acercarse al pop con matices electrónicos. La Portuaria regresó en el 2006 con un nuevo disco y una canción en colaboración con David Byrne. Es destacable la influencia de Karamelo Santo en la escena mestiza mundial.
- La escena indie está cargada de nuevas bandas que esperan saltar a la masividad. En 2006 y 2005 llamaron la atención bandas como Mataplantas, Estelares, Bicicletas, Adicta, Él Mató a un Policía Motorizado e Interama. Entre Ríos fue una de las bandas precursoras del movimiento indietronico y aparecieron brevemente en los medios cuando una de sus canciones se utilizó para la publicidad de una famosa marca de cerveza. La escena indie también cuenta con bandas del retro rock como 1000 NICKS, y otras del rock sinfónico, como Pez, y Piter Marton & Lucifer. Por el lado del Post-rock, Bauer lleva la posta. Por otra parte, el sello «Estamos Felices» agrupa algunas de las bandas más importantes de la escena indie porteña -incluyendo a varios de los desprendimientos de Jaime Sin Tierra-, como Coiffeur, Bicicletas, El Robot Bajo el Agua, Banda de Turistas, Humo Del Cairo, Nairobi y otros. También surgen diversos sellos discográficos virtuales, como por ejemplo Mamushka Dogs Records, dónde se destacan las bandas Go-Neko!, Atrás Hay Truenos, The Baseball Furies, Prietto Viaja al Cosmos con Mariano y Banda de Turistas.
- Solistas como Charly García y Fito Páez siguen vigentes. Calamaro es el solista de mayor popularidad hoy en día. En menor escala, le sigue Cerati, que tuvo un gran retorno con Ahí Vamos. Esta 2da generación de solistas son en su mayoría ex miembros de grandes bandas de los ’80 y ’90, como Cerati, el Indio Solari, Vicentico y Fidel Nadal. También otros artistas solistas están cobrando relevancia, como Gonzalo Aloras, Migue García (el hijo de Charly), Leo García y Emmanuel Horvilleur. A Skay Beilinson, ex Redonditos de Ricota, también le fue bien con sus primeros dos trabajos solistas.
En julio de 1961 se graba el simple en 45 rpm, el primer rock en castellano compuesto y cantado por un argentino: El Rock del ton ton y en el lado B el tema de Armando Trejo, Vuelve Primavera. El apuro de la compañía discográfica por lanzar el éxito musical es tal, que el disco sale sin su nombre. RCA Victor cuenta con una placa que vende más de 1.000.000 de discos en muy poco tiempo. Éxito en radios, presentaciones y en las calles surge un muchacho con una voz personal, un aire de Elvis y un fraseo argentino que compone, baila, canta y propone una nueva música que todos siguen: es Johny Tedesco. Tedesco tenía su primer disco de Oro en 1962 y su viaje a Hollywood lo consolida como el intérprete en castellano de éxitos de rock de reconocimiento internacional y conoce al Rey del Rock´n Roll Elvis Presley. Temas que también serían luego interpretados por otros cantantes argentinos. Posteriormente Sandro graba versiones de Elvis que Johny había grabado: Eres un ángel disfrazado, Bésame Pronto, entre otros. Luego seguiría con Presumida, Un montón de Amor, Preciso tu amor esta noche, Ocho días a la semana, Coqueta, La Plaga, entre muchos otros temas de su repertorio que confirman su estilo de Rock, twist, blues que abrieron un sendero para que el Rock se instalara y continuara en su evolución permanente.
En 1963 Sandro y Los de Fuego grabaron una serie de versiones de temas de rock clásico y beat, también cantadas en castellano (Te Conseguiré, Anochecer de un Día Agitado, My Bonnie, El Dinero No Puede Comprarme Amor), convirtiéndose en uno de los grupos de mayor éxito comercial del momento. Luego Sandro continuaría la carrera como baladista melódico/romántico que lo llevaría a la fama en toda América Latina, abandonando para siempre el rock. Sandro fue en general rechazado por el mundo del rock argentino, mayoritariamente de clase media, al ser tildado de «grasa», un término despectivo para referirse a ciertos gustos populares, generalmente de sectores trabajadores. Su tema "Tengo" ha sido considerado el Nº 15 entre los 100 mejores de la historia del rock argentino, por la cadena MTV y la revista Rolling Stone.[6] A partir de los años 90 el rock nacional revalorizaría a Sandro, y varias bandas incluyeron sus temas en el repertorio rockero, algunas de las cuales se volverían importantes éxitos, como Dame fuego.[7]
En la Argentina las llamadas invasiones inglesas (con bandas como The Beatles y, especialmente, los Rolling Stones, que influyen a bandas argentinas hasta el día de hoy) fueron mucho más influyentes que la ola de rock & roll clásico estadounidense, tanto para el gusto juvenil inicial por el rock & roll internacional como para el surgimiento del rock argentino [cita requerida]. Aunque algunos pocos hablen de invasiones inglesas para referirse al proceso de llegada de bandas británicas, el término casi no se usa y es incorrecto, debiendo utilizarse "Invasión británica".
Los Jets fueron unos de los imitadores de los Beatles más populares en el país, llegando a grabar varios discos con adaptaciones de las canciones del cuarteto de Liverpool.[10]
Así fue que, a mediados de los años 60 y de la mano del éxito de la Invasión británica, las bandas beat uruguayas alcanzaron un pico de popularidad en Sudamerica.[12] En aquel entonces era impensable que una banda de rock latinoamericana pudiera tener éxito internacional. El éxito de las bandas uruguayas fue una notable excepción y solo se limitó a la vecina orillaporteña.
De entre todos los grupos uruguayos, Los Shakers se destacaron en particular. Si bien eran un grupo beat inspirado abiertamente en los Beatles, su sonido se destacó con un estilo propio, una notable calidad musical en sus interpretaciones y originalidad en muchas de sus composiciones.[13] Los Shakers comenzaron a presentarse en vivo en muchos programas de televisión de Uruguay, Argentina y demás países. Debido a su decisión de no desarrollar las letras de sus canciones en castellano, su popularidad decayó. Hoy en día son considerados como una de las bandas más destacables de los años “beatleros”.
Pero fue en la escena underground de Buenos Aires donde las piezas fundamentales del rock argentino comenzaron a emerger. Un reducido grupo de rockeros comenzó a encontrarse en espacios marginales, como «La Cueva», un local musical nocturno ubicado en Pueyrredón 1723, la cercana Plaza Francia, el Auditorio del Instituto Di Tella (Florida al 900) y bares que no cerraban como la legendaria pizzería «La Perla» de plaza Once. En ese pequeño núcleo inicial se encontraban jóvenes músicos que luego se volverían famosos, como los rosarinos Litto Nebbia y Ciro Fogliatta, los uruguayos Hugo Fattoruso y su hermano Osvaldo, los porteños Mauricio Birabent (luego conocido como Moris), Pajarito Zaguri, Javier Martínez, Francis Smith, Claudio Gabis, Pappo Napolitano, Carlos Mellino, y Alejandro Medina y los bonaerenses Miguel Abuelo y Tanguito, entre otros, así como poetas como Pipo Lernoud y Miguel Grinberg.
Los Beatniks, de los cuales Moris, Zaguri y Martínez eran miembros, comenzaron a llevar al rock argentino en la lenta transición de simples imitadores a un estado musical más creativo. Formados en Villa Gesell (lugar donde se utilizó por primera vez el término "Rock Nacional"), en 1966 grabaron el que es considerado como el primer single del rock argentino: «Rebelde» / «No finjas más».[14]
Durante este tiempo se formaron Almendra, de Luis Alberto Spinetta —una de las bandas más importantes de esta etapa— y Manal -un trío influenciado por la música Afroamericana, considerado pionero del blues cantado en castellano- integrado por Javier Martínez (batería y voz), Claudio Gabis (guitarra) y Alejandro Medina (bajo). Junto con Los Gatos, estas tres bandas son consideradas como la trilogía fundacional del rock argentino.[16] Sin embargo, ninguno de estos grupos tendría una historia muy larga; de hecho, muchas de estas bandas se disolvieron a principios de los años ‘70.
Almendra se separó en 1970. Spinetta formó entonces Pescado Rabioso, y los demás miembros Color Humano y Aquelarre; todas éstas ejecutando un hard rock de inspiración hippie, y en el caso de Aquelarre, con una mirada más progresiva. A principios de la nueva década, destacaron también Vox Dei, cuya mezcla de hard rock y melodías sutiles refrescó el movimiento. Su álbum La Biblia es uno de los discos definitivos de comienzos de la década.[17]
Esta primera escena del rock argentino estuvo caracterizada por una gran cantidad de cambios en las formaciones de las bandas, y hasta intercambios de miembros entre ellas, o miembros de diferentes grupos formando agrupaciones nuevas.
A comienzos-mediados de los años ‘70 se produjo un recambio generacional,[18] en donde la primera generación de bandas de rock argentino le pasaría el legado a una nueva camada de artistas que diversificaron aún más al rock argentino, tomando cada vez más independencia creativa del rock estadounidense e inglés.
A comienzos de los ‘70 se produjo la primera diversificación real del rock nacional. En realidad, la división se había producido un tanto antes, cuando algunas bandas comenzaron a tocar un rock más pesado; mientras que el mundo entraba a la época del heavy metal. Entre estas bandas estaban Pescado Rabioso, Vox Dei y Billy Bond y la pesada del rock. Pero de todas las bandas de heavy metal, Pappo’s blues se convertiría en la banda de metal y blues más influyente de su época, llegando a obtener reconocimiento en el exterior (y hasta tocando con B.B. King en la ciudad de Nueva York).
Por otro lado, el primer festival B.A Rock contó con varios de los artistas y bandas que encabezaron el movimiento acústico del rock: Gustavo Santaolalla formando Arco Iris; León Gieco que combinaría el rock y el folk; Sui Generis y el comienzo de la carrera musical de Charly García; Raúl Porchetto y Pedro y Pablo, entre otras bandas. Estos grupos no solo se inclinaron hacia el folclore argentino en busca de inspiración, sino también hacia otros sonidos latinoamericanos.
La proliferación de estas bandas y su creciente popularidad, sumado al hecho de que a comienzos de la década se dio el auge del movimiento hippie en la Argentina, llevaron al acusticazo de 1972.[19] En ese año también murió Tanguito, aplastado por un tren. La película Tango feroz: la leyenda de Tanguito retrataría su vida. 1972 traería al Rock Argentino una ola de violencia en algunos recitales, como el que ocurrió en el Luna Park en octubre, cuando la policía irrumpió en un recital a reprimir. Billy Bond comenta que
«Eran momentos de represión, eran momentos en que el sistema estaba apretando mucho, era una cosa muy pesada, el rock and roll, era una cosa absolutamente marginal, era una cosa que era de otro mundo y te trataban como si fueras guerrillero.»[19]
Varias bandas de rock acústico ganaron popularidad, como Vivencia, Pastoral y Alma y Vida. El éxito del acusticazo llevó al rock argentino a una nueva era.Mientras los años ‘70 avanzaban, el rock acústico continuó como uno de los estilos más populares en el país, con las bandas arriba mencionadas -y otras- dominando las listas y los gustos musicales. Y por primera vez en su historia, el rock argentino comenzó a aparecer en el exterior: Sui Generis y Pastoral ganaron cierta popularidad en otros países de Latinoamérica y el segundo grupo hasta llegó a editar un EP en Japón.[20]
Destaca, en esta controvertida década, el primer documental sobre rock nacional que retrataba uno de los más populares festivales de música en la historia argentina: "Buenos Aires: Rock hasta que se Ponga el Sol"
También, varias bandas argentinas dejarían el país e irían a Europa, especialmente a España,[20] entre las que se cuentan Moris y Aquelarre. La dictadura franquista estaba casi en su final, y el rock español se encontraba en su infancia, con bandas como Triana, Tequila y Asfalto. En España, los grupos de rock componían sus canciones principalmente en idioma inglés y no fue hasta la llegada de bandas argentinas y sus canciones en castellano que las agrupaciones locales empezaron a componer en su propio lenguaje; cambiando por siempre el desarrollo de la música rock en España[22]
El período clásico del rock argentino estaba casi completamente finalizado hacia 1976, año del último golpe de estado que sufriría la Argentina. A partir de ese tiempo, el rock argentino pasó a una etapa de mayor sofisticación, experimentación y una música más conceptual. Sin embargo, unas pocas bandas acústicas como Pastoral y Nito Mestre y Los Desconocidos de Siempre seguirían teniendo éxito.
Tal vez el primer gran grupo sinfónico/progresivo fue Crucis. Su música atrajo seguidores en la escena underground, para luego comenzar a tocar en lugares más grandes. Hacia 1975 su música comenzó a gustar cada vez más en el público, al punto de que el mismo Charly fue a ver uno de sus conciertos para «comprobar su perfomance».[24]
Espíritu, banda formada en 1973, sería un grupo seguido internacionalmente en la última parte del apogeo del rock sinfónico. Su primer disco, Crisalda, es citado como su mejor álbum. El Reloj, una banda proveniente del heavy metal, se hizo más progresiva con su disco homónimo de 1975.
Una grupo sinfónico que tendría un gran año en 1976 sería Alas, con artistas como Rodolfo Mederos, Gustavo Moretto, Carlos Riganti y Pedro Aznar en su formación. Luis Alberto Spinetta encabezaría su tercera banda, Invisible, en ese año. El power trío de hard rock progresivo se convertiría en un cuarteto para su último disco, orientado más hacia la canción y con pinceladas de música autóctona (como ser un bandoneón), convencería al público y a la crítica. Reino de Munt, otra banda de rock progresivo, contaría con Raúl Porchetto y un joven Alejandro Lerner[20] en sus filas.
Charly García formó La Máquina de Hacer Pájaros, su primera banda post-Sui Generis, otro exponente de rock progresivo. Otros grupos sinfónicos y progresivos de la época son Tórax, Ave Rock, Anacrusa y Materia Gris. Mientras tanto, Arco Iris continuó expandiendo su folk/rock jazzero-progresivo. Junto con Contraluz sería el mayor exponente del subgénero.
El 24 de marzo de 1976 el gobierno democrático fue desplazado por un gobierno militar, abriendo uno de los períodos más obscuros de la historia argentina, lleno de represión, censura y "desapariciones". El rock argentino, al igual que la sociedad toda, sufriría el período de mayor censura de su historia. La música rock era vista como subversiva por los militares, y en un discurso de 1976 el almirante Massera denunció a los músicos de rock y a sus fans como potenciales subversivos. Antes del fin de la década el rock se popularizó cada vez más en la escena underground.[25]
A pesar de esto, la música continuaría su desarrollo. Los heavies de Vox Dei y Pappo's Blues mantuvieron su popularidad. Otra banda heavy, Plus, hizo su debut en 1976 y disfrutó del éxito hacia fines de la década.
El rock argentino continuó con su sonido sinfónico durante el fin de la década; sin embargo, los años ‘77 y ‘78 estuvieron marcados por la separación de varias bandas. En la cúspide del rock progresivo, Crucis y Espíritu se convirtieron en los dos grupos más conocidos del período. La Máquina de Hacer Pájaros también contó con popularidad, siendo su primer disco un gran ejemplo de buen rock progresivo. En 1977 Crucis se separó, al igual que Pappo’s Blues. Aquelarre retornó de España, pero luego de un tour se separaría.
Sin embargo, 1977 sería el año en que una banda de La Plata llamada Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota comenzaría a tocar. Con su particular rock y los extraños atuendos con los que se presentaban a tocar, los “Redondos” se convertirían con el paso del tiempo en una de las bandas más importantes del rock argentino moderno, convocando masas y ganándose un lugar junto a las otras grandes bandas del rock nacional.
1977 fue un año de bandas de éxito pasajero: Orion's Beethoven era una banda de rock progresivo encabezada por los hermanos Ronán y Adrián Bar; venían tocando desde 1969, teniendo su momento de fama ocho años después y Soluna (segundo grupo de Gustavo Santaolalla), que si bien con la grabación de su único disco, Energía Natural (con participación de Charly en los teclados), no logró gran éxito comercial, sí se ganó la aprobación de la crítica.[26] Ninguna de estas bandas logró mantener su popularidad y Soluna se disolvió en 1977.[26]
A fines de la década, aún más bandas dejaron de existir. Luego de dos exitosos álbumes, el grupo de Charly García, La Máquina de Hacer Pájaros, se separó, al igual que Invisible. Pastoral, uno de los pocos grupos acústicos todavía exitosos, se separaría en 1978, al igual que ALAS. El rock argentino sufrió una de las peores crisis desde su concepción y los medios hablaban abiertamente de la muerte del rock nacional.[26] Sin embargo, en la “sequía” de 1978 el rock argentino tuvo a su primera “superbanda” exitosa: Serú Girán.
En parte debido a que el grupo vivió por tres meses en el nordeste de Brasil, el primer álbum de la banda estuvo claramente influenciado por la música brasileña, combinada con el rock progresivo y el jazz.
Pero en el primer concierto de la banda para promocionar el disco se dio una de las anécdotas más extrañas del rock argentino: en el show, los fans no entendieron los extraños trajes que la banda usaba (completamente blancos, excepto por Charly, que estaba con una chaqueta negra y zapatos); y luego cuando el grupo tocó “Disco Shock”, una sátira de la música disco, la gente se lo tomó en serio. Silbidos y abucheos siguieron, y lo que debería haber sido un gran concierto se convirtió en un fiasco, con los fans clamando por canciones de Sui Generis. La gente no entendió el mensaje y circularon toda clase de rumores acerca de la orientación sexual de los miembros de la banda.[27]
Serú Girán lanzó su segundo disco, intitulado La Grasa de las Capitales en 1979. El álbum fue bien recibido por la prensa especializada y cimentaría su lugar como la mejor banda de la época. El tercer disco del grupo, Bicicleta (1980), fue recibido tibiamente al principio, pero con el tiempo se ganaría el lugar de mejor álbum del grupo. Ambos álbumes se van alejando del rock sinfónico del primer LP, mientras que el panorama musical en general se vuelve más visceral y “simple”, con menos arreglos. Serú Girán no se mantendría al margen de estos cambios, mientras el rock argentino escribía los capítulos finales del rock sinfónico y progresivo.
Una de las últimas bandas importantes del período del rock progresivo fue Tantor, un grupo mucho menos sinfónico y más experimental y progresivo, con influencias del jazz. Su primer álbum sería un éxito en la escena progre y la banda continuaría hasta mediados de la década, siendo una de las últimas bandas de esta etapa.[28]
Serú Girán se fue de gira a Brasil en 1980, donde la recepción que tuvieron fue tan positiva que los organizadores les pidieron para tocar otra vez al día siguiente, pero junto con el grupo de jazz-rock Weather Report, entre otros. Posteriormente, en Buenos Aires, tocaron en La Rural, juntando aprox. 60.000 personas y coreando “No se banca más”, en alusión al gobierno militar. También tocaron junto al proyecto de Spinetta Spinetta Jade. Spinetta Jade era una especie de combinación entre jazz y rock, bastante infrecuente en el país en ese momento. Hacia los dos últimos álbumes su sonido se fue haciendo algo más pop y con más influencias de la música electrónica (samplers y sintetizadores).[29]
Serú Girán lanzó su cuarto álbum, Peperina en 1981, pero a finales del año Pedro Aznar decidió unirse al Pat Metheny Group en los Estados Unidos. El 6 y 7 de marzo de 1982, Serú Girán tocó por última vez en el Luna Park. Un momento memorable fue la primera y única interpretación de la canción “No llores por mi Argentina” (sin relación con el musical Evita), un tema lleno de simbolismo y de melancolía.
A comienzos de 1982, Gustavo Santaolalla lanzó un álbum renovador titulado precisamente Santaolalla, acompañado por una banda integrada por Alfredo Toth (bajo), Willy Iturri (batería), Alejandro Lerner (teclados), Rubén Rada (congas), Oscar Kreimer (saxo), Osqui Amante (percusión) y Mónica Campins (coros). El álbum ha sido considerado «el primer disco de rock moderno de la Argentina».[30]
La economía Argentina se encontraba en plena recesión hacia 1982, y el descontento contra el gobierno militar iba en aumento. El 2 de abril de 1982 el gobierno de facto inició la Guerra de las Malvinas, como un intento desesperado por mantenerse en el poder mediante la manipulación del apoyo popular a través de una larga reivindicación del pueblo argentino. Miles de jóvenes fueron mandados a la guerra, mal equipados, en pésimas condiciones y desinformados. Luego de cientos de muertes y duros combates, los ingleses finalmente lograron recapturar las Islas Malvinas. Luego de la derrota, solo era cuestión de tiempo para que la Junta Militar se retirara del gobierno.
En mayo de 1982 el Festival de la Solidaridad Latinoamericana juntó a todas las grandes bandas del rock argentino. El recital tuvo el objetivo de apoyar a las tropas que luchaban en las islas, aunque era también una forma encubierta de protesta contra la guerra y un llamado a la paz.[31] Paralelamente, el rock en inglés era censurado en la radios y los programadores debían llenar con algo el espacio que dejaba el rock en inglés, y ese algo era el rock nacional.[32] [33] En los últimos días del rock sinfónico, un gran número de bandas influenciadas por la movida post-punk y new wave comenzaron a aparecer. Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, banda que comenzó a tocar allá por 1976, fue ganando escala nacional a partir de su política de independencia frente a las empresas discográficas y sus particulares letras. En 1979, en La Plata, Federico Moura formó una banda pionera de la new wave llamada Virus.
En Buenos Aires, tres jóvenes influenciados por el post-punk inglés comenzaron a intercambiar ideas, armando una banda con el nombre de Soda Stereo, que se convertiría en la banda más popular del rock ibeoamericano.
En ese tiempo el circuito del Café Einstein le da espacio al punk y dark rock, presentando grupos como Los Violadores, Sissi Hansen y Geniol con Coca, entre otros.
También surgirían varios solistas que lograron consagrarse y mantener su popularidad hasta el día de hoy. Algunos de estos son Juan Carlos Baglietto (que tenía confianza en un joven músico rosarino llamado Fito Páez), Alejandro Lerner y Celeste Carballo. En la escena del heavy metal, Pappo fundó Riff y surgieron V8 y La Torre. También aparecieron una serie de bandas más enfocadas en el aspecto “humorístico” de la música, como Los Twist, Suéter y las Viuda e hijas de Roque Enroll.[34] Por el lado gótico, La Sobrecarga llevaría la posta.
Paralelamente, Almendra y Manal se volvieron a juntar. Charly García y Luis Alberto Spinetta continuaron con sus carreras solistas y Moris retornaría de España.
En tanto, Argentina entró en 1983 en una nueva etapa de su historia, con la inauguración del gobierno democrático de Raúl Alfonsín. Entrar en democracia significó la desaparición del aparato represivo y de censura del gobierno militar, por lo cual la libertad de expresión volvió a florecer. Las canciones que criticaban al gobierno militar se multiplicaron, algunas con letras alegóricas, como «Tiempos Difíciles» de Fito Páez (cantada por Baglietto), «Maribel se durmió» de Spinetta (dedicada a las Madres de Plaza de Mayo[35] ), «Puede verme»y «Ángel del pasado» de Ignacio Copani,«Sólo le pido a Dios» de León Gieco o «Los Dinosaurios» de Charly García. Criticas más directas contra el gobierno militar provinieron de bandas punk como Los Violadores (con canciones como «Represión») y de heavy metal como V8.
Finalmente, sectores del rock nacional comenzaron a pasar del sonido “solemne” y progresivo del rock sinfónico a una música más irreverente y accesible, lo cual ayudaría al rock nacional a expandirse en el exterior.
En 1984 Patricia Sosa y su banda de heavy La Torre fueron votados como banda del año, Del 63 de Fito Páez como disco del año y el single «Solo quiero rock and roll» como la canción del año.[37] A otra banda con una chica en la voz, Los Twist, también les estaba yendo bien, pero sufrió un gran golpe con la partida de Fabiana Cantilo.
A medida que la década, se hacía cada vez más claro que las nuevas bandas no se parecían a nada de lo antes hecho:[38] Los Violadores fueron pioneros del punk en Argentina; Virus sorprendió con su sonido new wave y synthpop; Sumo, por otra parte, con su rara mezcla de reggae, rock y algo de punk, se ganó un lugar de culto en el rock argentino, considerándosela como una de las bandas definitivas del rock nacional moderno,[39] a pesar de que Luca Prodan cantaba principalmente en inglés, lo que dificultó su llegada al público; y Soda Stereo, con su sonido New wave y Post-punk se convertiría en una de las bandas más importantes del rock argentino. Los Abuelos de la Nada y G.I.T. hallaron cierto éxito en el exterior.
Hacia 1985, año en que se formó Los Fabulosos Cadillacs, varias bandas nacionales comenzaron a recibir atención por parte de radios latinoamericanas. El rock nacional comenzó a “escalar” los Andes: primero Chile, luego Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, etc. Zeta Bosio, de Soda Stereo, comentó acerca del fenómeno:
«Nosotros salimos de Argentina y empezamos a ir a Chile, a Perú, empezamos a subir y en algunos países daba la casualidad de que llegábamos nosotros y nunca había ido una banda de Rock... nos decían que acá eso era una cosa del otro mundo y no iba a funcionar... ahora es una alegría ver que funciona y que tiene fuerza propia...»[40]
Muchos de los rockeros argentinos firman con las transnacionales y esto les garantiza distribución latinoamericana. A fines de ese año se produce la separacion de los Abuelos de La Nada, y comienzan a ganar popularidad grupos con mas estetica en la imagen, como Soda Stereo.Soda Stereo es una de las banda más exitosas e influyentes del rock en castellano. En sus comienzos, la banda estuvo influenciada por bandas de la New wave como The Police (generalmente se los conoce como los “Police argentinos”) y Talking Heads. Con su primer álbum, intitulado simplemente Soda Stereo (1984), lograron el éxito nacional; sin embargo, se los acusó de frívolos,[41] al igual que a Virus.[42] [43] Su segundo disco, Nada Personal, fortaleció la popularidad de la banda, con hits como «Nada personal» y «Cuando pase el temblor», abriéndoles las puertas al mercado latinoamericano. En 1986 Soda Stereo lanzó Signos, que consagraría su popularidad con éxitos como «Persiana americana». Los miembros se embarcaron en una gira latinoamericana y grabaron el álbum en vivo Ruido Blanco. Con la gira de Signos, los Soda Stereo se convirtieron en estrellas internacionales. El grupo continuaría con su éxito hasta su separación, y luego de esta se convertiría en una banda mítica del rock argentino.
En 1985 hizo su debut discográfico la banda under Sumo, tras haber sido vistos en vivo por un productor de la CBS. La placa se llamó "Divididos por la felicidad", en referencia a uno de los grupos preferidos de Luca, Joy Division. Este primer trabajo vendió 15.000 copias e incluyó el hit «La rubia tarada» (titulado originalmente «Una noche en New York City»), así como «Mejor no hablar de ciertas cosas» con letra del Indio Solari, cantante de los Redonditos de Ricota.
Este movimiento ayudó a revitalizar al rock mexicano y español ya qué le probaría a los productores y sellos discográficos de esos países que el rock en castellano funcionaba y servía para hacer dinero. En México, las bandas argentinas eran promocionadas por medios como Televisa bajo la frase “Rock en tu idioma”.[44] En Perú, las invasiones argentinas fueron un catalizador que llevó al rock peruano hacia un público aun mayor, convirtiéndose en mainstream.[45] En Chile, donde ya existían algunas bandas (como Los Prisioneros), la ola de bandas argentinas inspiraría e influiría a las bandas locales, hasta el día de hoy.[46] El estallido del rock colombiano se puede rastrear hasta los años ‘80, con muchas bandas locales citando bandas argentinas como influencias directas. En países como Paraguay, Uruguay y Bolivia, los efectos de esta ola fueron aún más profundos.
1988 comenzó con las agrupaciones argentinas más importantes (Soda Stereo, Los Enanitos Verdes, Rata Blanca, Charly García, Miguel Mateos, GIT, Sumo, Virus) girando por América latina, Europa y hasta países de Asia. Ya por este tiempo, la ola de bandas argentinas comenzó a “apaciguarse”, pero su legado dejaría las puertas abiertas del rock argentino al éxito masivo. Tambien seguien por la carretera del rock otras personalidades importantes, pero menos exitosas como es el caso de Fito Páez y Andrés Calamaro quien ya habia grabado dos discos solistas muy buenos, pero poco aclamado por la popularidad.
El rock nacional perdería otro prócer: Miguel Abuelo, fundador de Los Abuelos de la Nada, fue diagnosticado de sida. Murió el 26 de marzo de 1988 de un paro cardíaco. El líder de Virus, Federico Moura, también fue notificado de tener SIDA. Moura murió el 21 de diciembre de 1988, casi un año después de la muerte de Prodan. Sin embargo, Virus sobrevivió a la muerte de su líder, continuando en los ‘90 como una banda de pop-rock con influencias del Synthpop y el electro-pop.
Tres tendencias principales definieron el rock argentino a fines de los ‘80. La primera fue la consolidación de las bandas de las “invasiones argentinas” y su paso a una etapa de mayor madurez. Algunas comenzaron a experimentar con la World music en los dos últimos años de los ‘80. Por ejemplo, Charly García se reunió con su viejo compañero de Serú Girán, Pedro Aznar y grabaron Tango 4. Antes de la muerte de Moura, Virus también había comenzado a experimentar con la música brasileña para su álbum Superficies de Placer.
Una segunda tendencia fue la consolidación del rock “tropical” y la aparición de la nada de bandas de reggae en 1987. Mientras el rock argentino triunfaba en el exterior, en Argentina aparecían varios exponentes del género. En el verano de ese año aparecieron Los Pericos, Los cafres, La Zimbawe y Jafran, entre otras bandas menores. Sin embargo, solo Los Pericos (y los Cafres a partir de mediados-fines de los ‘90) mantendrían su éxito. Por otro lado, dos bandas que no fueron una moda son Los Fabulosos Cadillacs y Los Auténticos Decadentes. Ambas bandas mezclarían el ska, el reggae con ritmos latinos como la murga y algo de rock. Los Fabulosos Cadillacs apuntarían en sus canciones a un mensaje social, mientras que Los Auténticos Decadentes lanzarían un hit tras otro a lo largo de su extensa carrera. Los Fabulosos Cadillacs se separarían en los '90, mientras que Los Auténticos Decadentes continúan con su éxito hasta el día de hoy. Junto con Los Pericos, las tres bandas se convertirían en un los mayores representantes argentinos dentro de la rama del rock tropical, el reggae y el ska.
La tercera tendencia fue producto de la primera. Muchas bandas continuarían su búsqueda de experimentación pero desde un lugar más underground. Entre ellas estaban: Todos Tus Muertos, Don Cornelio y la Zona (posteriormente Los Visitantes), Los Brujos, Los 7 Delfines y finalmente Babasónicos, una de las bandas argentinas más importantes en la actualidad. Todas estas bandas formarían parte de la del “nuevo rock” de comienzos de los ‘90.
En el sector del heavy metal, los ya mencionados Rata Blanca dominaban los gustos populares, aun en otros países latinoamericanos, junto con Hermética, JAF y Horcas. La escena del metal era muy saludable, aun para un género que nunca atrajo a grandes masas como lo hacían otros estilos. Una banda importante del underground fue Nepal,Apocalipsis, pre Tren loco una de las pioneras del thrash -heavy metal. Formada en 1984, fue parte de la primera generación de músicos de trash, y ganó prominencia a fines de la década. Por otra parte, el género contaba con varias revistas dedicadas solo al metal, como Madhouse, Metal, Riff Raff, Revista Epopeya, etc.
También fue durante este período cuando Los Ratones Paranoicos empezaron a crear el subgénero “Rolinga”, “Rock chabón” o “Rock barrial”. El subgénero rolinga tiene como principal influencia a los Rolling Stones, una de las bandas extranjeras más populares en la Argentina y formadora de todo un culto.
En el año 1988 se formó el grupo La Renga (aunque su primer disco se lanzó en 1991), que tendría éxito masivo a partir de fines de la década del '90.
Finalmente, Divididos, con su potente sonido de guitarras y su “noise melódico” seguía aumentando su popularidad entre el público. En general, los años ‘80 cerraban como una de las mejores décadas para el rock argentino, con grandes bandas ya consagradas a escala nacional e internacional, una saludable escena underground, y una búsqueda y experimentación a todos los niveles.
Tras el éxito cosechado en su álbum debut, Rata Blanca vuelve a los estudios con el cantante Adrián Barilari. Su segunda placa, titulada "Magos, Espadas y Rosas", es el que les daría un reconocimiento desmesurado para lo que la escena metalera de entonces había conocido, ya que su éxito trascendió el entorno heavy de revistas tradicionales como Revista Metal y Madhouse o el único programa radial grande de entonces, la Heavy Rock & Pop y pasó a una suerte de difusión masiva que llegó a los grandes canales de televisión y a un público totalmente heterodoxo. Hasta la fecha el disco supera los tres millones de copias vendidas. El corte difusión "La leyenda del hada y el mago" se convirtió en un clásico del rock nacional argentino, siendo considerado uno de los mejores temas de la historia del rock. Pero fue "Mujer Amante" el tema que le abrió a la banda las fronteras y siendo hasta la actualidad el más conocido de Rata y uno de las mejores canciones de la historia del rock argentino.[55]
La presentación del álbum se llevó a cabo en la gran gira "Por el Camino del Sol", una de las más grandes y de mayor convocatoria realizadas en la Argentina. Fue así como Magos, Espadas y Rosas fue presentado en el Estadio Obras Sanitarias ante más de 7000 personas en su primera función, siendo igualados solamente por sus compatriotas Soda Stereo. También se presentaron en dicho teatro junto al mítico integrante de Deep Purple, Ian Gillan, siendo teloneros de su show. En septiembre del '90 participaron en el Chateau Rock, realizado en el estadio Chateau Carreras de Córdoba.Dan un total de 120 shows en 1991 y son la banda más taquillera. Los ven 170.000 personas y en total venden 205.000 discos (10.000 del primero, 130.000 del segundo y 65.000 del tercero). Cierran la gira del interior ante 6.000 cordobeses, preparándose para volver a los estudios a concluir lo que sería su tercer placa, Guerrero del arco iris, el cuál luego sería presentado ni más ni menos que en el estadio Vélez Sarfield ante más de 30.000 personas.[55] |
Luego de lanzar el LP Doble Vida, que ya mostraba un sonido más rockero, Soda Stereo se instaló en el estudio junto a su nuevo productor Daniel Melero, para grabar su cuarto LP, Canción Animal. Este álbum provocaría un gran impacto en el rock nacional y latino, siendo considerado como el segundo mejor álbum de la historia del rock iberoamericano alternativo, según el ránking realizado en 2006 por J.L. Mercado y publicado por la revista norteamericana Al Borde[56] y el noveno según la Revista Rolling Stone.[57] El tema más destacado del álbum, «De música ligera», ha sido considerado el cuarto mejor del rock latino en el ránking de Satélite Musical,[58] mientras que en Argentina es considerado también como el cuarto mejor por el sitio Rock.com.ar.[59]
Estas y otras bandas como Todos Tus Muertos, Babasónicos y El Otro Yo fueron denominadas como el “Nuevo rock argentino”. Un término que fue usado poco después para bandas difíciles de catalogar como el neo-surf pop de los Super Ratones (de Mar del Plata) y el pop alternativo de la La Portuaria. El “Nuevo Rock” fue la forma dominante en el panorama musical de la Argentina hasta mediados de los ‘90, cuando lo destrona el “rock suburbano”.
En 1992 Soda Stereo presentó su quinto disco, Dynamo, uno de sus álbumes más experimentales hasta ese momento. Aparentemente tomó a los fans por sorpresa, y fue el menos vendido de los discos del grupo (tampoco ayudó que en el medio de todo esto la banda cambió de compañía discográfica: Sony no promocionaría a una banda que se iba y BMG no promocionaría el álbum de otra compañía).[60]
Una banda que logró en 1992 su primer gran éxito fue Babasónicos, que lanzó en ese año el hit «De-generación», a partir del cual comenzó a recorrer el camino que los llevaría a la cima del rock nacional y que definiría el sonido del rock “sónico”.[61] Juana La Loca era otra banda de la autodenominada escena sónica, qué comenzó a tocar a principios de los ‘90 pero que se hizo famosa unos años después. Los Brujos también tendrían un gran año en 1992, su single «Kanishka» se convirtió en todo un éxito. Los Visitantes igualaron el éxito de Los Brujos al año siguiente con su disco Salud Universal, una combinación de rock guitarrero y tango. Todos Tus Muertos era una respuesta punk al rock argentino de finales de los ‘80, eligiendo ser mucho más directos y explícitos en su sonido y en sus letras. La banda ganó gran popularidad con la aparición del nuevo rock, y se convirtió en una de las favoritas de esos tiempos. Lentamente el grupo pasaría de su sonido punk inicial a un estilo más heterogéneo que incluía ritmos afro-latinos. Otra de las bandas importantes que surgiría en los ‘90 serían Los Caballeros de la Quema. También a principios de la década del ‘90 surge El Otro Yo una banda de Temperley que de manera lograría salir del under para convertirse poco a poco en la insignia del rock alternativo.
Un grupo "raro" que apareció a comienzos de los ‘90 fueron los llamados Illya Kuryaki and the Valderramas (aunque también se los conoce como los Illya kuryaki). Más raperos que rockeros, el grupo logró dejar su marca en la escena del rock nacional, ya que combinó el rap con el rock nacional y los ritmos latinos. Dante, uno de sus miembros, es el hijo de Luis Alberto Spinetta.
Cuando el rock argentino nació, era una subcultura marginal. El rock pesado de principios de los '70 también era una subcultura marginal, aunque en casos como la obra de Pappo (influencia en el rock barrial), poseía letras que trataban temas de la vida cotidiana en barrios y suburbios. Sumado a esto, sus recitales también eran dados en pequeños bares y pubs de distintos barrios de clase media baja de Buenos Aires, mostrando un caso del underground con inspiración barrial. Hasta los años '90 este estilo sería underground. A partir de los '90, se volvería masivo.
Desde los años '80, paralelamente al apogeo del pop rock, hubo bandas que, desde un punto marginal, crecieron realizando una serie de actos propios de las bandas under. A principios de dicha época la Argentina experimentó una "primer época dorada del heavy metal", con toda una corriente de bandas "under" metaleras lideradas por V8. Mientras tanto, otras bandas como Patricio Rey y los redonditos de ricota y Sumo habían crecido ejerciendo un estilo de rock que desembocaría directamente en el rock rolinga. El libro "Historia del rock argentino" de 1986, de Osvaldo Marzullo y Pancho Muñoz, había clasificado a ambas bandas como "rock marginal".[62] Otras de las características que según el libro, se destacaba de ambas, eran su crecimiento a pesar de la falta de apoyo de producción, la capacidad para haberse "hecho de abajo", y convirtiéndose en representantes del circuito underground. Memphis la blusera también contaba con la identificación barrial. Estas características serían influencias en el rock rolinga, aunque también influenciaron notablemente a otros géneros, como el punk local. El blues de Memphis y La Mississippi también había influenciado con su temática al género.
El caso de Los Ratones Paranoicos fue más directo. Formados en 1984, ellos también habían sido clasificados como parte del "rock marginal" en dicho libro[63] al igual que como una banda underground. El libro mencionaba que "tuvieron varios cambios en su formación, en tanto su nombre aparecía pintado en infinidad de paredes de Buenos Aires". Sin embargo, ellos desde el principio tocaban un estilo de rock imitando a los Rolling Stones. En 1988 se formaron Los Piojos, en 1989 se formaría Viejas Locas y en 1993, Jóvenes Pordioseros. Estas bandas serían los principales exponentes del género que, con ayuda de la banda que buscaban imitar, llevarían al éxito masivo en la Argentina.
En 1987, el pop rock, reinante en la Argentina, comenzó a perder peso frente a la escena marginal. Varios factores: el éxito de Sumo y de Patricio Rey y los redonditos de ricota, sumadas a la visita de los Ramones a la Argentina, la resucitación del punk local a causa de esta visita (formando bandas insignia como Attaque 77 y 2 Minutos), la popularización de estilos tropicales como el reggae y el ska con bandas como Los Auténticos Decadentes y Los Fabulosos Cadillacs, y el cambio en la temática del mismo pop rock con los discos de Virus y Soda Stereo. La muerte de Luca Prodan, líder de Sumo, avivaría la llama del rock marginal.
Además, habían causas extramusicales: la pobreza en la Argentina, la decadencia institucional y moral que experimentó el país durante el gobierno de Carlos Saul Menem y el crecimiento desde mediados de los años '80 de las "barra bravas" del fútbol.
Desde comienzos de la década de 1980, la identificación con los Rolling Stones, Pink Floyd o el blues genero un estilo de consumo entre los jóvenes de los sectores medios suburbanos conocidos como 'stones'. Durante la década de 1995 los Rolling Stones llegaron a la Argentina como parte de su Voodoo Lounge Tour. Eligieron como teloneros a Los Ratones Paranoicos y a Viejas Locas. La transformación de la sociedad argentina, la polarización social que se veía reflejada en los consumos musicales de los jóvenes tuvo visibilidad pública por la promoción mediática de un estilo recreado durante la última década del siglo. Su influencia quedó plasmada en el rock local, formando el rock rolinga o stone, género que acaparó la atención de un público generacionalmente más joven, obteniendo éxito comercial y masivo.
En su definición más simple, el rock rolinga es "franco", simple y centrado en las guitarras, con influencias del blues y de los Rolling Stones, de donde saca su nombre. El calificativo de "barrial" toma su nombre del hecho de que las bandas que lo forman provienen de los distintos barrios y suburbios de clase media empobrecida o del interior del país. La polarización social y el clasismo con un tono racista de una sociedad cada vez más desigual social y culturalemente ha generado que estos estilos musicales de los jóvenes sean fuertemente estigmatizados por un sector de las clases medias urbanas; el hecho de que se lo califique de "rock chabón" corresponde a que sus seguidores son mayoritariamente jóvenes ("chabones" en el lunfardo).
En paralelo, se difunden ampliamante bandas compuestas por generacioens más jóvenes. El llamado 'rock rolinga' indirectamente contribuyó al despegue de bandas argentinas de blues que hasta ese entonces se habían mantenido en un circuito reducido. Entre ellos Memphis La Blusera y La Mississippi. Bandas muy diferentes como Los Caballeros de la Quema, Ataque 77y 2 minutos obtienen cierto éxito identificados con una estética de la simplicidad y lo barrial.
El llamado rock rolinga influenció estilos mixtos con el reggae que algunos medios llamaron "reggae stone".[64]
A fines de los años '90 el rock rolinga era calificado por la prensa de distintas formas, había sido calificado por la revista Rolling Stone (edición de Argentina) al cubrir un show de Los Piojos como un género que llegaría a fines de siglo como el único fenómeno musical que acaparara la atención[65] aunque en la misma revista en la crítica del disco No Security de la banda de Mick Jagger.
Por lo que el rock rolinga, si bien gozó de un éxito rotundo, ya desde sus inicios fue criticado por un gran sector de la sociedad y de los músicos de la época.
Hubo críticas para la cultura "chabón" en general. La banda de punk rock Marzo de 76 había criticado la actitud "chabón" o barrial en el sentido que en el punk rock, cuando iban a tocar, en vez que el público se interiorizara con sus ideas, se emborrachaba y se peleaba en vez de escuchar la música. El cantante de Los Cafres opinó en la Rolling Stone de septiembre de 2008 que "la escena de reggae estaba dominada por la pose del reggae chabón, de la boludez del fasito y la remera de Marley". El término "reggae chabón" fue nombrado y criticado unas veces más.[66] [67] Nuevamente, el término "punk chabón" aparecería: en el 2006, con motivo de la salida del disco Yo estuve ahí, nosotros también de Bulldog, el suplemento "No" del diario Página 12 calificó de esta forma la actitud de dicha banda en el arte del disco porque "implicaba un exceso de protagonismo popular, de cancha". La versión "cultura chabón" de la cumbia, la cumbia villera, recibió innumerables críticas.
La prensa especializada advirtió sobre el empobrecimiento en el lenguaje que el rock rolinga conllevaba,[68] y su carencia creativa y necesidad de hablar repetitivamente de temas que sus intérpretes creen prohibidos.[69] Claudio Díaz, autor de "Libro de viajes y extravíos: un recorrido por el rock argentino (1965-1985)", opinó que la música era cada vez más "tonta", que el aplanamiento del rock era parte de un "fenómeno general de empobrecimiento" relacionado con un cambio en las "coordenadas culturales" del rock y de la sociedad en general. Según sus propias palabras
"El rock de los ‘70 hasta los ‘80 estaba fuertemente anclado en lecturas literarias, poéticas y filosóficas, de una impronta muy vinculada a las vanguardias. Eso ahora no está. El mundo de referencias culturales, desde que se impone como dominante eso que se llama el rock chabón, es el barrio, el fútbol, la cerveza."
. En su libro "El rock perdido", Sergio Marchi sostuvo que con Patricio Rey y sus redonditos de ricota, los referentes del rock nacional se habían vuelto estereotipados: o bien criticaban la televisión y la farándula, o bien enzalsaban la vida cotidiana de los barrios, la tribuna y la calle, caso de bandas como Los Piojos y La Renga, que (según él) transformaron así a figuras como Fito Páez o Gustavo Cerati en "dinosaurios" o directamente en enemigos. Álvarez Núñez tiene una opinión más definitiva: "La crisis de hoy en día no es otra cosa que comodidad burguesa (‘si total a los pibes no les importa nada’) e incomodidad gerontocrática (‘el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos’)", apelando a Sigmund Freud para explicarlo: "El rock vive la pulsión de muerte como pocos estadios del arte, y como ciertos artistas se ven alejados de ese caudal de energía y sin sentido que es la juventud, terminan a la merced de una necesidad que los sobrepasa y angustia. Y para no perder el carro, ‘descarrilan’ haciéndose los ‘pendex’; ahí está la mirada irónica de los Decadentes en "Pendeviejo".Sergio Marchi, dueño de la página 10musica.com y experiodista musical, criticó al rock rolinga, entre otras cosas, por su falsedad, diciendo que sus intérpretes escondían su falta de talento diciendo que tocaban mal porque eran auténticos, que ellos creen que no saber tocar es un mérito, que creen que si saben tres tonos pueden armar una banda (según él, eso era el punk malentendido), que según la "filosofía del género", si no te tomás una cerveza en la esquina sos un careta, que el rock no nació para encarcelar sino para dar más libertad; aunque aclarando que "no la libertad de ir con una bengala prendida y tirarla en un lugar cerrado, sino la libertad de poder imaginarte un mundo distinto y poder generar arte a partir de esa idea".[70] Luis Alberto Spinetta argumentó que no le interesaba el género y que rescataba unos pocos músicos.[71] Gustavo Cerati criticó al rock chabón diciendo que los argentinos "habíamos estado exportando un producto netamente nuestro".[72] Fito Páez dijo crudamente que el rock chabón "tiene 193 muertos ahí por no revisar lo que hace y por todo lo que genera el manifiesto del barrio argentino; y por ser del palo y pensar la argentinidad desde la birome", que "Para esa gente, si te ponés a estudiar música sos p... o jazzero y, entonces, no sos del palo”.", y que "un pueblo que se funda en la ignorancia genera tragedias, y esta cosa tribal argentina es terrible y es asesina porque te deja en la ignorancia".[73] Los hermanos Fernando y Gabriel Ruiz Díaz, de Catupecu Machu argumentaron que era un género demagógico, que apelaba a letras que hablasen de drogas y vicios para vender, y que era hipócrita por el hecho de querer copiar a los Rolling Stones pero no comportarse como ellos.[74] Aprile Sosa, de Cuentos Borgeanos, dijo que el rock barrial es nefasto.[75] Diego Capusotto, en su programa de televisión "Peter Capusotto y sus videos", satirizó la imagen de la estrella de rock rolinga en su personaje "Pomelo", hecho que le valió palabras crudas por parte de Juanse, de Los Ratones Paranoicos, quien pensó que lo estaba imitando.
Goy Ogalde ,cantante de Karamelo Santo hizo una critica a la cultura interna actual que vive dentro del rock argentino, remitiendo la falta de integración que este tenia con los pueblos originarios y siempre manejado por los grandes medios y discográficas fuertes. Impidiendo a los géneros folclóricos y interpretes de ese contexto tener espacio en la escena. Su frase "El rock argentino es facista" cobro muchas criticas.[76] Sin embargo, cabe recordar que a principios de la década de 1980, tres bandas, que aunque diferentes, sintetizaban lo más moderno y vanugardista del rock y la música underground pensada para un sector 'moderno' de los sectores medios, como Virus, Patricio Rey y Sumo promovían una estética democrática y abierta que no priorizaba un sector de la población. También es verdad que la argentina del comiezo de la década era otra, pero no deberíamos olvidar que la impugación al establishment del rock o los estilos virtuosos y serios que el underground pormovia suponían también una discusión política inspirada el clima democrático de la década de 1980. El caso de Virus tal vez no sea ejemplar por no haber repercutido en el mundo popular, pero los ejemplos de PR y Sumo (como de las Pelotas o Divididos recientemente) dan cuenta de un gesto democrático y vanguardista al mismo tiempo, ello permite entender también esa recepción popular y su paradoja.
La falta de autocrítica de la mayoría de los músicos de rock que denostan las manifestacioens o los estilos de consumo populares en un argumento estilístico o que condenan corporalidades o sistemas de valores 'ilegítimos' manifiestan una enorme repulsión a un fenómeno que da cuenta de algo que excede la propia música o las preferecncias personaels. En un trabajo reciente, el sociólogo Pablo Semán dijo que "El rock chabón es pobre, como la Argentina decadente".[77] Haciendo referencia a que ese estilo musical es síntoma de una situación de polarizació social y que sus críticos no hacen sino manifestar una operación de distinción estética que ordena una separación simbólica cada vez más abismal entre sectores sociales que solían compartir espacios de interlocución. El desprecio y el asombro que los estilos de consumo musical de las nuevos sectores populares generan en las clases medias no da cuenta de la flaqueza estilística de unos y la genialidad de otros, sino que nos habla de un cierre social y un actitud política reaccionaria que reproduce, incluso dentro del llamado 'rock', las operacioenes de distinción más amplias de las subjetividades, ecnonomía y la política.
Si bien el género no murió, y mantiene un éxito comercial, algunos consideran que se encuentra "debilitado", y hay medios que hablan de un "bajón stone".[78] Entre sus causas se encuentran el incendio del local bailable República Cromañón, la aparición de otros géneros musicales que acapararon la atención masiva (como la cumbia villera y el pop electrónico) y las actitudes de bandas que pertenecieron al género (separación o sacar discos que no fuesen de rock rolinga).
El género, no obstante, es el dominante aún en zonas como el oeste del conurbano bonaerense. En 1997 Andres Calamaro publica el disco Alta Suciedad, el segundo mas vendido de todos los tiempos (detras del disco de Fito Paez antes mencionado), y se instala como estrella del rock no solamente nacional, sino tambien latinoamericano; y si tenemos en cuenta su popularidad en la escena española diremos, entonces, del rock hispanoparlante. Tambien ese mismo año se disuelve Soda Stereo, brindando un mega concierto en el estadio River Plate.
En febrero de 1999 dos personas murieron electrocutadas en el festival multitudinario "Buenos Aires Vivo II", donde tocó Divididos. Causando el escándalo de un público de clase media que vivió con horror la amenaza de algunos oportunistas que intentaron robar al público.
Estos corto circuitos culturales y la sensación de 'invasión' plebeya de unas bandas que ocupaban las preferecnias de un público de clase media urbana porteña, fue visto como un límite a la difusión del 'rock chabón'. Este proceso se concentro con el incendio, finales de 2004 del local 'Cromañón' cuando tocaba la banda Callejeros, síntesis de la 'amenaza' que esto suponía. Sin embargo exietn razones estéticas y económicas que permiten percibir algunas transformaciones.
En el 2000, Viejas Locas se separó. La banda siguiente del cantante, Intoxicados, mostraría un interés premeditado en los demás estilos musicales (por ejemplo: el disco No es solo rock&roll). Al mismo tiempo, Los Piojos también comenzaban a interesarse en otros estilos, como el candombe, el tango y el funk.
A fines del 2001, el fenómeno under de la cumbia villera se haría masivo a causa de la crisis económica Argentina. El mismo año, nacería Miranda!, banda del pop electrónico que años más tarde llegaría al éxito. Este mismo año se edita Jessico, de la ascendente banda babasónicos en la que hacen un cambio de aire en su propia música con vientos "sónicos" y retoques pop. Es además nombrado por muchos suplementos como el mejor disco del año, convirtiéndose en un fenómneno verdaderamente popular.
En 2003, la cumbia villera continúa con masivo éxito, arraigado en las zonas más pobres del conurbano bonaerense. A partir de ese año, dicho género comenzaría en forma progresiva a convivir con otras ofertas comerciales de la industria cultural. Al comenzar la serie de cambios que levantarían al país de la crisis, perder la rotación en las radios principales, y protagonismo mediático a través de la popularización de estéticas urbanas como los floggers y emos. Desde mediados de año comienza a hacerse evidente el dominio de bandas alejadas de la temática barrial, como Divididos, Catupecu Machu, Árbol, Babasónicos, etc.
Los cambios siguieron y a la moda del pop electrónico de Miranda (que hasta dio origen a la tribu de los "alternos" o "alternitos") entre 2004 y 2007 se sumó la popularización de los fotolog. En 2005 regresa a los escenarios Andres Calamaro, con tres recitales en el Luna Park (de ahi se desprende el disco El Regreso), para despues continuarr por España, llegando a tocar en el Palacio de Los Deportes ante 17.000 espectadores, y convirtiendose en el musico argentino del momento. Ese año brinda un ultimo show en el estadio Obras (aire libre) ante mas de 25.000 espectadores. Con las imagenes del mismo sale a la venta Made in Argetina en formato DVD.
En el 2007 las otras dos bandas del "nuevo rock" que sobrevivieron, Massacre y El Otro Yo, llegaron a la masividad tras comenzar a ser rotadas en las radios. Varias bandas mostraron nuevos trabajos discográficos que, al igual que los de 2004, carecían de relación alguna con los 'géneros plebeyos' (Las Pelotas, Catupecu Machu, Kapanga y Árbol, entre ellas). Es el año del regreso de Soda Stereo, cuyo rotundo éxito comercial no tardó en evidenciar la vigencia del pop. Las bandas rolingas nuevas, como La Trifásica con su canción "La colo y el yoni", mostraron un interés en acercarse a las melodías radiables.
Véase para mayor información Heavy Metal argentino
La última década del milenio fue muy productiva para el heavy metal nacional. En la Argentina siempre existieron bandas de metal: Billy Bond y la Pesada del Rock en los ‘60; Pescado Rabioso y Pappo’s Blues en los ‘70; V8, Riff y otras bandas en los ‘80. Pero estas nunca habían estado al frente del rock argentino (salvo Riff, por la respetada carrera que traía Pappo), sino que generalmente eran eclipsadas por otros géneros, y se mantenían en el undergound durante los ‘80. Esto cambió en los ‘90.
A comienzos de la década, Rata Blanca, Horcas, Hermética y Logos tenían carreras más que respetables. Rata Blanca tenía proyección internacional. Menos populares en el exterior y con una visión opuesta a la de Rata Blanca (ambas formadas en 1987 cuando se separó V8) Hermética era, sin embargo, la más popular en casa. Horcas y Logos contaron con cierto éxito (aunque reducido a la escena del género), pero las bandas de metal más populares de los ‘90 fueron sin duda Rata Blanca y Hermética.
Los ‘90 también vieron el surgimiento de A.N.I.M.A.L. (Acosados Nuestros Indios Murieron Al Luchar). En sus canciones defendían a las comunidades aborígenes y el nacionalismo, mientras que también criticaban al actual orden mundial.[79] Su sonido combinaba el hardcore, el heavy metal y el thrash. La desaparición de Hermética, dio como resultado el surgimiento de Almafuerte, una de las más populares de la actualidad. También en los ‘90 surgieron los hard rockers de La Renga, otra de las bandas más populares en la historia de Argentina.
Otros grupo importante de la década (en el underground) fue Tren Loco, quienes viajaron a Japón (algo no igualado por ninguna banda local), Lethal, Nepal, Imperio, Jeriko, Jason, Malon y O'connor.
Pappo continuaba sacando discos mezclando blues y heavy;
Miguel Mateos siguió siendo popular en Latinoamérica EE.UU. y España, aunque casi desapareció del panorama local debido al éxito obtenido en Norteamérica que lo hizo tomar la decisión de radicar en la ciudad de Los Angeles, California desde 1989 luego de dar el primer concierto de rock en español en "The Palace" hasta 1994 para grabar el álbum "Pisanlov", considerado el mejor de su carrera hasta ahora.
Mientras, León Gieco, mezclando folclore, música popular, rock y letras comprometidas socialmente, continuaba con su éxito.
La bella Celeste Carballo, se relaja dejando atrás sus épocas de punk rabioso y se dedica a experimentar con el blues tradicional, el Indie, los ritmos folclóricos e incluso el tango. Mantiene una prolífica carrera, siendo una de las representantes del rock nacional que más aportes ha hecho al inconsciente colectivo argentino.
El rock tropical, fusión y de influencias latinas siguió creciendo. 1992 fue el año de “La Pachanga”: el single de los rosarinos Vilma Palma e Vampiros. Su popularidad invadió las radios a comienzos de los ‘90. Bandas como Los Auténticos Decadentes, que tuvieron un gran éxito en 1990 con “Loco (tu forma de ser)”, y Los Pericos reflejaron la tendencia. Los Fabulosos Cadillacs tuvieron un desplome a comienzos de los ‘90, después de haber cosechado elogios a finales de los ’80, pero regresaron al ruedo en 1994 con su disco Vasos Vacíos, que contaba con el mega-hit “Matador”. El single ganaría alcance internacional, ganando los premios MTV a vídeo del año[81] y logrando el 3° puesto de los mejores 100 videos MTV. También a comienzos de la década comenzó a tocar una agrupación caracterizada por su mezcla de rock tropical, algo de cumbia, la cantidad de miembros y, por supuesto, su carismático líder calvo: Bersuit Vergarabat. La Mosca también mostraría el crecimiento del género con su salto a la popularidad hacia mediados-finales de los ‘90.
El punk argentino contaría con una nueva ola de artistas en los años ‘90. Los Violadores habían dominado el punk de los 80, pero en los años ‘90 servirían como inspiración para los punks de Attaque 77 y Flema. Formados en 1986 y 1987 respectivamente, la llegada de Attaque a la masividad vendría de la mano de su clásico “Hacelo por Mí”. Flema nunca fue masivo, pero se convirtió en una banda de culto dentro de la escena del punk underground, entre otras cosas, gracias a su carismático líder anarquista Ricky Espinosa. Poco a poco Attaque 77 se convertiría en una de las superbandas del rock nacional (con su popularidad intacta hasta el día de hoy), sobre todo gracias a su combinación de punk con melodías pop y algunas baladas que le permitieron llegar a las FM. Otra banda del movimiento que surgió en los ‘90 es Dos Minutos, con un sonido punk enérgico. Otra banda de la escena seguía siendo Todos Tus Muertos. Fun People combinó el hardcore melódico con el punk y una actitud indie y anti-machista, además de contar con letras en su mayoría en idioma inglés, algo de veras infrecuente en el rock argentino. Los She Devils fueron pioneros de la escena Queercore en el país.[82] Cienfuegos, una banda de punk que venía tocando desde los ‘80, finalmente produjo algunos álbumes hacia mediados de la década.
Hacia 1996 el “Nuevo rock argentino” estaba perdiendo el rumbo. Para empezar, grupos como Los 7 Delfines y Peligrosos Gorriones perdieron popularidad. Al mismo tiempo, bandas como Massacre y La Portuaria se tomaron descansos de sus grabaciones y no volverían a sacar discos hasta los primeros años del nuevo milenio. La separación de Los Brujos en 1998, después de ocho años, dejo un gran vacío en la escena. Por otra parte, en 1996 se realizó el último festival "Nuevo rock argentino", que convocaba a las bandas más importantes del movimiento. El festival recién reaparecería en el 2000. Uno de los últimos grandes grupos del “nuevo rock nacional” de los ‘90 fueron los rap/roqueros de Actitud María Marta, quienes tuvieron su momento de fama en 1995. Babasónicos, Todos Tus Muertos y los Valderramas fueron algunas de las bandas del movimiento que lograron mantener su popularidad mientras se aproximaba el nuevo milenio.
1995 fue el año del último álbum de material de estudio de Soda Stereo: el tranquilo y casi “chillout” Sueño Stereo, un álbum por momentos mucho más electrónico que roquero, lo que sería un preludio de los primeros tiempos de Cerati como solista. Soda hizo su última gran gira internacional a través de EE.UU. y Latinoamérica, agotando las entradas en dondequiera que se presentara.[83] Su último concierto en Buenos Aires, el 20 de septiembre de 1997, donde llenaron el estadio de River, en un show totalmente agotado al que concurrieron aprox. 80.000 personas, fue lanzado luego como un disco en vivo doble. Tal vez la banda más importante del rock argentino de los últimos 25 años se despidió de su público tocando el tema “De Música Ligera”, con sus últimas líneas –“Nada más queda...”- repitiéndose una y otra vez y con Cerati dando las gracias a todo su público. Fue uno de los momentos más emocionantes y más importantes del rock argentino, y cerraría toda una etapa.
En 1994 Los Redonditos de Ricota atraen a 80.000 personas para la presentación de Lobo Suelto, Cordero Atado durante dos noches en el estadio de Huracán.
Surgieron entonces las “bipolarizaciones”: la juventud Argentina se fue asociando con el rock suburbano o el rock underground. Y aún dentro de estos grupos había ciertas divisiones (como los rolingas en el rock barrial y , punk o dark en el underground). Pero esas no eran las únicas “ramas” del rock nacional: También estaban los seguidores del metal, la creciente escena indie, los seguidores del rock tropical (en 1998, Kapanga recibe el premio revelación SI! de Clarín y el galardón Carlos Gardel también a la banda revelación). La cumbia villera como movimiento estallaría, junto con la crisis del 2001, en el nuevo milenio. Así comienza un nuevo período en la historia del rock nacional.
A finales de los años '90 bandas como La Renga, Bersuit Vergarabat, Los Piojos, Ratones Paranóicos, Mancha de Rolando, Los Caballeros de la Quema, Viejas Locas y otras bandas barriales dominaban las listas musicales.
En la escena del rock fusión o rioplatense, Bersuit Vergarabat se confirmó como la banda más importante del género y una de las más importantes de la Argentina. Su disco de 1998, Libertinaje, los catapultó a la fama y a giras por Europa y América. Su seguidor, Hijos del Culo (2000) fue doble-platino.
En abril de 2000, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota realizaron dos recitales en el estadio de River Plate; la asistencia al evento, más de setenta mil espectadores cada noche, lo convirtió en uno de los shows pagos más exitosos de Argentina y marcó, quizás, la cima de su celebridad. Sin embargo, en el 2002, tras prolongadas especulaciones sobre el futuro de la banda, se oficializó la separación de la banda con la presentación del primer trabajo como solista del guitarrista Skay Beilinson, A través del mar de los sargazos.
La escena underground estaba mucho más under que de costumbre a fines de los ‘90, pero, sin embargo era extremadamente creativa. Un estilo que logró cierto espacio fue el llamado nuevo rock alternativo. Formado por una generación más joven estaba fuertemente influenciado indistintamante por bandas originales de los ‘80 como Sumo o Virus, pero fundamentalmente por el éxito de bandas norteamericanas como Nirvana, Red hot Chilli Peppers o Faith No More. El éxito inicial de Los Brujos desapareció con la disolución de la banda, por su parte Illya Kuryaki and the Valderramas, con dos imprtantes discos juveniles que mezclaban el hip-hop con nuevas tendencias estéticas se separaron en 2001.Algunas bandas del movimiento 'alternativo' eran Perdón Amadeus, Martes Menta (con Carca que continua una original carrera solista), los platenses Peligrosos gorriones, Massacre ,Babasónicos –que estaba en camino a ser una de las bandas de primera línea del rock nacional- y Juana La Loca. El último grupo ganó popularidad con su disco de 1997 Vida Modelo; mientras que el primero fue ganando más seguidores con cada nuevo álbum, hasta llegar a su disco Jessico (2001), calificado unánimemente como el mejor disco del 2001.[85] En la escena alternativa, Yemenita y El Otro Yo siguió ganando seguidores; al igual que un grupo llamado Catupecu Machu, que continuaría escalando posiciones. Santos Inocentes, a pesar de no llegar a la primera línea del rock nacional, mantendría sus fans en la escena under. Los Super Ratones, de la ciudad de Mar del Plata, volvieron a la escena alternativa con su disco de 2001, nominado al Grammy: Mancha Registrada.
El rock progresivo sinfónico ha tenido desde la última década un importante resurgimiento que aunque no deja de manifestarse como algo "under" muestra grandes exponentes a nivel nacional.
La Plata es una ciudad que dio muchas bandas de rock progresivo (Farenheith, Baalbek) y las sigue dando: Akenathon, Ünder Linden, Hexatónica, Quaker. En La Plata se realiza desde 2003 el festival SINFO PROG.
En el ámbito punk, Attaque 77 siguió siendo la banda insignia del género, acercándose más a un sonido pop-punk. La estética hardcore de la década de 1990 alero profundamante los estilos más puristas de la década de 1980. Bandas como Fun People además de girar por Europa, se ganó su propio culto, pero se separaron en el 2000. A pesar de la crisis del género, algunas bandas punk nuevas aparecieron o se hicieron más populares como Expulsados, Cadena Perpetua, Smitten y Shaila.
Por el lado del reggae-pop, Los Pericos y Los Cafres dominaron la escena. Aunque la renovación del género se vea impulsada por festivales y bandas nuevas de diferente capacidad de convocartoria y creatividad. Todos Tus Muertos, mantiene todavía su innovación estilística y la fuerza creativa que marcaron el origen uunderground de este estilo, inclusive en la carrera solista de su cantante Fidel Nadal. El Ska tenía a La Mosca, Los Calzones y Kapanga como las versiones más comerciales con importante éxito nacional e internacional, pero Los Fabulosos Cadillacs seguían siendo la banda más famosa del género, mezclando rock, ska, rap, reggae y música latina, hasta su separación. Las bandas ska más underground que nacieron en la década de 1980 inspiradas el el rock steady británico han desaparecido en su totalidad. Inspiradas en la cratividad y el estilo brit-fussion de Sumo, los estilos del ska, el reggae y el punk no trascendieron la década de 1980 con la fuerza alternativa que las caracterizaba. Solo Dancing Mood, Mimi Maura, Cienfuegos o La Portuaria suponen un intento de ese espíritu creativo para un público de las clases medias sensible a la fusion contemporánea con ritmos latinos.
Una banda nueva del género es Karamelo Santo, de la ciudad de Mendoza (al igual que Los Enanitos Verdes). La banda cuenta con un sonido bastante nuevo de rock, punk, ska, reggae y cumbia que le ganó la atención de la crítica. El grupo pasó la mayor parte del período 2001-2007 girando por Europa y América[88] y es la única banda que ha tocado en el Roskilde Festival (Dinamarca).[89]
Hacia fines de los ‘90 y principios del 2000, la popularidad de la cumbia villera, música preferida de las villas miseria, creció visiblemente.[90] [91] Las letras de la cumbia villera se pueden comparar con las del hip-hop de EE.UU. o el funk carioca (drogas, crimen, odio hacia los policías, pobreza, y la jerga de las villas) y su sonido está muy influenciado por, obviamente, la cumbia; pero también por el rap, el hip hop y, hacia 2005-2006, por el reggaeton (dando origen al cumbiatón[91] ). El género llegó a influir a algunas bandas de rock tropical o de rock suburbano. Durante su pico de popularidad (2001-2003) algunos hasta llegaron a hablar de que destronaría al rock. Sin embargo, esto no pasó: lo cierto es que la cumbia villera tuvo su momento como moda, pero hacia 2004 su popularidad comenzó a decrecer,[91] aunque quedó instalada definitivamente en los barrios más humildes.
La electrónica y la música dance también se han instalado en la Argentina, llegando a influir fuertemente al rock en los años dos mil, en grupos como Babasónicos. De hecho, el grupo más “de moda” de los últimos años, Miranda! es una combinación de techno-pop, algo de look glam e influencias de Virus. Es más, Ale Sergi, cantante de Miranda!, declaró que era un ferviente admirador de los Virus,[92] y en 2006 logró cumplir uno de sus sueños: Tocar en vivo con la banda pionera del synthpop en la Argentina.
En la primera mitad de la década, se han incrementado notablemente, tanto la cantidad de festivales dedicados completamente al rock nacional, como la visita de bandas internacionales. Si bien desde sus comienzos el rock nacional tuvo fastivales masivos, eventos como el Pepsi Music o el Cosquin Rock han aumentado considerablemente tanto su público como sus propuestas. Por ejemplo, el Pepsi Music son más de 10 días dedicados casi completamente al rock nacional, agrupado en días temáticos (“día reggae”, “día metalero”, “día punk”, etc.).[96] Al mismo tiempo, una vez superada la crisis, la Argentina ha vuelto a ver la visita de bandas internacionales del calibre de los The Rolling Stones, U2, The Strokes, Oasis, Deep Purple, Coldplay y Roger Waters, entre otros. Aunque sigue siendo un tema de controversia el alto precio de las entradas, consecuencia de la devaluación.[97]
A fines de 2004, el grupo La Renga realiza un multitudinario concierto en el Estadio del Club Atlético River Plate ante aproximadamente 74.000 espectadores,[98] y la gran convocatoria fue lograda prescindiendo de publicidad en los medios masivos de comunicación, apelando al "boca en boca" y el anuncio en su sitio oficial.
2006 fue el año de los solistas: Calamaro recibió la consagración definitiva por su carrera, con dos discos editados, dos discos tributo, un tema tributo hecho por el indio Solari (ex líder de los Redonditos de Ricota), recitales a sala llena, reunión con Ariel Roth para recordar a Los Rodríguez y miles de “mimos”, el gardel de oro y homenajes.[99] [100] Por otra parte, fue el año del retorno de Cerati, con su disco Ahí Vamos, que ganó cierta fama internacional. Mucho más roquero que sus otros trabajos solista, marca el retorno de Cerati a las guitarras, y la consagración internacional definitiva del ex Soda Stereo. Cerati ganó la encuesta Sí 2006 del diario Clarín a solista del año. León Gieco también vivió un buen año con la edición de un compilado con sus canciones. En 2006 también se festejó los 40 años del rock nacional, tomando como punto de partida el año de la edición del primer single, “Rebelde”, de Los Beatnicks, a pesar de que el rock se había iniciado algunos años antes.
En 2007, Soda Stereo anunció su regreso para una gira americana que incluyó 6 fechas totalmente agotadas en Argentina, en el estadio River Plate. Tambien ese año, Andres Calamaro, conseguiria lo que ningun otro solista pudo hacer: lleno dos veces el estadio Club Ciudad de Buenos Aires, congrengando a 70.000 personas en dos noches, algo nada comun para los solistas nacionales. En esos conciertos presento el disco La Lengua Popular.
El 17 de noviembre, el grupo de hard rock La Renga realiza en el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires el recital pago con mayor cantidad de espectadores en la historia del país, con más de 100.000 personas.[101] Este año también se festejaron los 40 años del rock nacional, tomando como punto de partida el año de la edición del primer hit, “La Balsa”, de Los Gatos y tanto la revista Rolling Stone[102] como el sitio Rock.ar,[103] realizaron un listado de los 100 mejores álbumes y temas, respectivamente, de la historia del rock argentino.
En el 2009 se produce la vuelta de Charly García, considerado por muchos como el compositor más grande de Latinoamérica, luego de una larga internación por sus problemas de adicciones. La vuelta a los escenarios de Latinoamérica, lo deja nuevamente en el puesto de "rey del rock argentino".
Después del regreso de Charly García en Velez, pasan un mes y unas semanas y Luis Alberto Spinetta hace un recital titulado "Luis Alberto Spinetta y sus Bandas eternas", en el que toca con todas las bandas que tuvo a lo largo de su carrera: Almendra, Pescado Rabioso, Spinetta Jade, Invisible y Los socios del desierto.
Como cualquier movimiento musical que cambia constantemente, es difícil definir con exactitud el panorama actual del rock nacional.
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